Hoy en día vivimos
en una prisión
de muros invisibles.
¡Sí!
tú también estás dentro,
aquí todos somos prescindibles.
La ciudad nos obliga
a este juego del perro y el gato,
hoy hasta los pueblos
se han convertido en ciudad,
¿entiendes algo?.
Y mientras el sol
nos bendice con sus rayos
la gente se toma el café en el bar
desperdiciando la vida trago a trago.
Las discotecas son vertederos
de gente que viene y va,
sal afuera y observa a la luna,
escucha lo que cuenta,
y luego decide
si quieres ser uno más.
Un sin fin de instrumentos
tocan la banda sonora
de nuestras vidas,
unos tocan en directo,
y otros lo parece,
el engaño es perfecto.
¡Ten cuidado!
suenan de maravilla,
te acostumbras a su sonido,
a sus melodías.
¡Ten cuidado!
o acabarás vitalmente sordo,
escuchando sólo sus ritmos,
escuchando ecos sonoros.
Entonces un milagro podrá salvarte,
sólo un milagro podrá salvarte.
Tú decides, tú eres el director,
tú tienes la barilla
con la que elegir y descartar.
Tú decides, aún estás a tiempo,
a tiempo de cambiar,
simplemente ama la vida.
Que no te hagan callar.
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