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jueves, 17 de noviembre de 2011

Madrilonia.org / En 2012 podría duplicarse el precio de los másters universitarios en la Comunidad de Madrid


Como se va comprobando curso a curso, las tasas universitarias, de grado y sobre todo de máster, suben a pasos agigantados. Las administraciones públicas dejan de financiar las universidades y éstas se ven obligadas a buscar fondos de los alumnos, que se endeudan para pagar las nuevas tasas, y de las empresas privadas, con convenios de prácticas, a través de publicidad o, directamente, haciendo que la universidad investigue lo que ellas necesitan para obtener beneficios.
Aguirre anunció en octubre de 2008 una rebaja de la financiación del capítulo I destinado al pago de salarios en un 30 %, que finalmente no aplicó debido a las protestas. Volvió a la carga en 2009 con nuevos recortes, que tal y como denunció FETE-UGT, se tradujeron en la reducción del 20 % de las inversiones en investigación, la congelación de los gastos corrientes y del 70 % en las inversiones. Y piensa dejar de financiar los másters (el antiguo segundo grado de las licenciaturas) tal y como afirmó hace un mes: «Cuando hoy he dicho que la educación no tiene por qué ser gratuita en todas las fases, me refiero a estudiar un máster». El año que viene, la Comunidad sólo subvencionará el 30 % (puede que sea el último curso) y el coste de la matrícula de máster podría duplicarse (al menos).
Todavía más indignante que el hecho de que sólo accedan al máster los que puedan pagarlo o endeudarse (y más beneficios para la banca) son las justificaciones que emiten los supuestos expertos. Leemos en el informePropuestas para la reforma de la universidad española, editado por el rector de la Carlos III, Daniel Peña, que la financiación pública de la educación superior «da lugar a una situación de preocupante regresión social», ya que las tasas son iguales para personas de distinta condición socio-económica. En principio son los impuestos los que hacen que los ricos paguen más y los menos ricos paguen menos y así, a partir de ese fondo común, el acceso sea universal. Lo que propone Juan J. Dolado en dicho informe es que las tasas universitarias «deberían ascender a cerca del 100 %, en contrapartida a una mayor calidad de la formación», esto es, dejar de financiar la educación superior. ¿Así se evita la regresión social? Subiremos las tasas… por el bien de los pobres, para que no paguen la educación superior de otros… ni de sí mismos, ya que sin la financiación colectiva las rentas más bajas no podrán acceder a la misma.
La transformación de la universidad en empresa avanza a gran velocidad. Ya no debe ser un sistema público financiado de forma progresiva por toda la sociedad, que garantice la universalidad y la equidad, sino una corporación que se sostenga con ingresos en forma de tasas e inversiones privadas y que compita con otros centros por la atracción de esos ingresos. Pero, por dios, que no digan que lo hacen por los pobres

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