Las condiciones de servicios y las laborales de las compañías de algunas compañías Low Cost ponen en peligro la supervivencia del sector. Spanair es un ejemplo de que las subvenciones y los apoyos de los gobiernos, autonomías y ayuntamientos no solo no son la solución sino que ponen en peligro los proyectos empresariales serios. Dos mil trabajadores más en el paro mientras los pilotos de Iberia siguen en una huelga insensata. Se despreocupan de los demás porque ellos quieren tener el control de la compañía.
Spanair soportó el sueño de su supervivencia en el dinero de todos los catalanes. El tripartito no se conformó con que la T-4 fuera elegida por Iberia como el enlace de sus vuelos. El Prat necesitaba una compañía fuerte que centrara sus operaciones en Barcelona. Cuando se suspendieron las ayudas a Spanair la compañía no encontró socios financieros.
Si una compañía aérea seria puede suspender sus actividades un viernes por la noche, algo grave pasa en el sector aeronáutico. Es muy sencillo. Las Low Cost y algunas autonomías y ayuntamientos están dando la puntilla a este sector con subvenciones desorbitadas para mantener abiertos algunos aeropuertos inviables.
Subvenciones a cambio de pasajeros: cuando algunas compañías como Ryanair veían que no llegaban al cupo de pasajeros exigido, lanzaban ofertas de vuelos a cinco euros. Todo espuma, todo artificial. No son vuelos baratos, están subvencionados con dinero público y mediante técnicas de competencia desleal.
Cierra Spanair con dos mil trabajadores en la calle y veinte mil pasajeros con billete sin vuelos, y sigue la huelga de los pilotos de Iberia.
Un salario que llega a los doscientos mil euros entre el colectivo de pilotos con mejores condiciones laborales de Europa. Y huelga para impedir que Iberia cree una compañía más barata para poder subsistir. Quinientos puestos de trabajo comprometidos por la actitud del sindicato SEPLA. ¿Dónde encontrarán trabajo los pilotos de Spanair y todos los demás que están en el paro?
Ese no es el problema del SEPLA ni de los pilotos de Iberia. Solo quieren pretenden tener condicionado el futuro de la compañía y hacer un alarde de poder. A pesar de que todos los pilotos de Iberia tienen blindadas sus condiciones hasta la jubilación.
Cierra Spanair y los pilotos de Iberia siguen en huelga exigiendo tener la capacidad de decisión sobre los planes de supervivencia de la compañía a pesar de que a ellos no les afecta en sus condiciones económicas y laborales.
Esta huelga puede ser un golpe irrecuperable para el SEPLA y para el poco prestigio que le queda. Porque cada vez es más complicado ser insensible a lo que está pasando en nuestros aeropuertos.
Iberia está aguantando y va a aguantar el pulso de los pilotos. Y ahora, a la vista de lo que le ha ocurrido a Spanair la posición del SEPLA se hace insostenible. Allá ellos.
Si una compañía aérea seria puede suspender sus actividades un viernes por la noche, algo grave pasa en el sector aeronáutico. Es muy sencillo. Las Low Cost y algunas autonomías y ayuntamientos están dando la puntilla a este sector con subvenciones desorbitadas para mantener abiertos algunos aeropuertos inviables.
Subvenciones a cambio de pasajeros: cuando algunas compañías como Ryanair veían que no llegaban al cupo de pasajeros exigido, lanzaban ofertas de vuelos a cinco euros. Todo espuma, todo artificial. No son vuelos baratos, están subvencionados con dinero público y mediante técnicas de competencia desleal.
Cierra Spanair con dos mil trabajadores en la calle y veinte mil pasajeros con billete sin vuelos, y sigue la huelga de los pilotos de Iberia.
Un salario que llega a los doscientos mil euros entre el colectivo de pilotos con mejores condiciones laborales de Europa. Y huelga para impedir que Iberia cree una compañía más barata para poder subsistir. Quinientos puestos de trabajo comprometidos por la actitud del sindicato SEPLA. ¿Dónde encontrarán trabajo los pilotos de Spanair y todos los demás que están en el paro?
Ese no es el problema del SEPLA ni de los pilotos de Iberia. Solo quieren pretenden tener condicionado el futuro de la compañía y hacer un alarde de poder. A pesar de que todos los pilotos de Iberia tienen blindadas sus condiciones hasta la jubilación.
Cierra Spanair y los pilotos de Iberia siguen en huelga exigiendo tener la capacidad de decisión sobre los planes de supervivencia de la compañía a pesar de que a ellos no les afecta en sus condiciones económicas y laborales.
Esta huelga puede ser un golpe irrecuperable para el SEPLA y para el poco prestigio que le queda. Porque cada vez es más complicado ser insensible a lo que está pasando en nuestros aeropuertos.
Iberia está aguantando y va a aguantar el pulso de los pilotos. Y ahora, a la vista de lo que le ha ocurrido a Spanair la posición del SEPLA se hace insostenible. Allá ellos.
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