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| Ilustración: Arbotómico - I. Casanovas |
Vosotros,
Secadores de Nubes,
Violadores de Sueños,
Ya sé que diréis que la culpa no es vuestra
Miento
Como siempre, no diréis nada.
Soltareis una risilla jactanciosa tras vuestros puros,
Y una carcajada cuando hablemos de horcas
Pariréis argumentarios llenos de tergiversaciones,
Autentica fabrica de crear idiotas,
Y continuareis amasando mentiras en vuestras fosas,
Solo que las llamareis dinero.
Descalificareis.
Tirareis balones fuera, y,
No sé como,
Dormiréis tranquilos
Mientras seguís matando las nubes
Y secando el viento.
Rompiendo nuestro mundo para seguir coleccionando muertos.
Pero no,
Senatroles, disputados, banqueros y otras alimañas,
No entraremos en vuestro juego
Podéis darnos hambre,
Podéis darnos miedo,
Y puede que callemos
Que nos encojamos ante vuestra guerra disfrazada de paz.
Quizá, algunos temblemos mientras nos matáis con lo que creamos para protegernos.
Pero
No
Vamos
A
Permitir
Que pudráis nuestra tierra.
Porque no me olvido
De haber sido niño
De esperar a mis tres días sin lluvia en invierno,
Y ahora,
Rezar a un Dios que es vuestro invento
Por tres miseras gotas en un mes seco.
¡Quiero mi lluvia!
La mía, la de los ganaderos,
La del verdor en el que crecimos.
La de las tardes en casa, al fuego.
¡Quiero mi tierra!
En la que corría cuando era niño
Hasta llegar al siguiente soportal
Donde todos comían de lo que ella nos daba.
No
Vamos
A
Tolerar
Que ensucies nuestra alma verde
Que embotelléis nuestro pudor
Siempre, toda la historia,
Nos hemos dejado hacer
Hasta que algún orgullo idiota
Atacó la tierra que nos vio nacer.
Se llama instinto de supervivencia
Yo lo siento como orgullo,
Honor, y fuerza.
¡Quiero mi lluvia!
O tendré que plantar bombas de árbol en el corazón de vuestros imperios.
¡Quiero mi tierra!
O tendré que inflamar el centro de vuestros esclavos.
¡Quiero mi orgullo!
O tendré que matar las ideas que robáis a vuestros muertos.
¡Quiero mi honor!
O tendré que afilar mis palabras e inflamar mis conceptos.
¡Quiero mi fuerza!
O tendré que arrancarla de vuestros huesos huecos.
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