Esta tarde/noche, en todas las ciudades, con más o menos presupuestos, los Reyes Magos harán su paseillo por las calles más céntricas. Los niños alborotados esperarán pacientes acompañados de los adultos resignados que les acompañan. El nerviosismo a lo largo del día se respira en cada esquina y es, esa ilusión, la que hace que l@s que no la tenemos, por unas horas sintamos aunque sea levemente algo de lo que de niñ@s también hizo que nuestro corazón galopara a velocidad de vértigo en las horas próximas a la noche de Reyes.
La Cabalgata pasará, el mensaje en la Plaza Mayor hará que cada uno esté más pendiente de su Rey. El mío Baltasar, negro, como mi primera muñeca, Matilde, como el primer muñeco de mi hija, Kirikú. No sé muy bien porqué pero la verdad es que de siempre me ha atraído lo que no es como yo, lo que no es corriente, lo que se distingue, incluso lo que podríamos llamar, al margen. Es más interesante por hace que nos planteemos situaciones, hace que indaguemos, nos provoca curiosidad, hace que no nos creamos que todo gira en torno a nosotr@s, porque no somos el centro del universo.
Es importante que nuestr@s niñ@s se den cuenta de que hay otras realidades. Personas como ell@s a los que se les ha negado el derecho a disfrutar de su infancia. El derecho a un juguete, el derecho a experimentar, a imaginar con objetos a los que dar vida. Hay niños y niñas que desde que pueden sostenerse en pie, han de colaborar en el mantenimiento de su familia, que no pueden permitirse el lujo de jugar porque tan sólo pueden sobrevivir.
Tenemos que ser solidarios, tenemos que ser sobre todo conscientes, y transmitir a los más jóvenes que valoren lo que tienen día a día, minuto a minuto y si tienen oportunidad que lo compartan con los más desfavorecidos.
Y algo que se nos olvida a menudo, que la existencia humana es tan imprevisible que cualquiera puede un día verse privado de su vida confortable, de ese mundo estable y conocido.
El año ha comenzado con mucha dureza, los recortes que el gobierno aplicará harán que cada vez tengamos menos poder adquisitivo, por lo que, lo anteriormente dicho no es algo tan fuera de lo probable.
Hemos de prepararnos, preparar también a los pequeños para que sepan afrontar cuando llegue, los ajustes en el presupuesto familiar, y que piensen siempre lo afortunados que son, porque tienen lo imprescindible. Nuestra labor será mostrarles todo lo superfluo que ahora les parece tan fundamental.
Gracias
Sobre todo cariño toneladas de cariño que no cuesta nada pero que a un niño le digas que hoy es la persona mas especial del mundo y que los juguetes pasan a un segundo plano, querramonos todos todo el año.ABRAZOS A TUTIPLEN.
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